Desde que dejamos de nombrar el firmamento.
Como una calada de ti después de un trago amargo de realidad,
el cielo lleno de estrellas después de un día tormentoso.
Café después de realidad,
como reír sin tener ganas
solo para despejar de esta tormenta sentimental.
Abrazarte sin estar aquí,
convertir una nube en una perfecta fantasía
vagando por el cielo en busca de compañía,
o la luna como acto de belleza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario